México se convierte en el primer país en vías de desarrollo en lanzar un nuevo plan climático (INDC)
México se comprometió a reducir a un 22 % sus emisiones en relación con sus niveles habituales para 2030.
En 2012, México se convirtió en el primer país en vías de desarrollo en sancionar una ley integral de cambio climático. La semana pasada, amplió su tradición de liderazgo al convertirse en el primer país en vías de desarrollo en lanzar su plan de acción climática posterior a 2020 o su “contribución intencionada determinada nacionalmente” (intended nationally determined contribution, INDC).
La INDC de México compromete al país a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en un 22 % y su carbono negro (hollín) en un 51 % para 2030, en relación con los niveles habituales. Su meta, en combinación con la INDC de otros países del mundo, ayudará a sentar la base del nuevo acuerdo climático internacional que se definirá en la cumbre climática de París más adelante este año. Estas son las fortalezas y debilidades de su INDC.
¿Qué dice la INDC de la mitigación y la adaptación?
México llegará al pico de emisiones de gases de efecto invernadero en 2026 para alcanzar su objetivo de reducción del 22 %, con la meta a largo plazo de reducir a la mitad las emisiones para el año 2050 en relación con los niveles de 2000. México, que cuenta con apoyo internacional, dice que podría reducir sus emisiones de los GEI en un 36 % y las emisiones de carbono negro en un 70 % para 2030.
México también es el primer país en incluir un componente de adaptación integral en su INDC. Destaca tres metas: reducir en un 50 % el número de ciudades consideradas “más vulnerables” a impactos climáticos, al mismo tiempo que evitar que nuevas ciudades ingresen a esta categoría; disminuir las tasas de deforestación a cero para 2030, y proteger la infraestructura estratégica mientras se mejoran algunos sistemas como la agricultura y la economía.
¿Qué se destaca del compromiso de México?
La INDC de México se destaca por varios motivos:
• Ofrece reducciones de los GEI sin depender del apoyo internacional. El objetivo de reducción del 22 % de México no depende del apoyo internacional, como la financiación climática de los países desarrollados. Esto se contrapone al compromiso de México en Copenhague y Cancún de reducir las emisiones en un 30 % para 2020, sujeto al apoyo internacional.
• Declara su año pico de emisiones. La ciencia indica que las emisiones globales llegarán a su pico máximo para 2020 y se reducirán progresivamente a largo plazo para limitar el calentamiento a 2 ºC y evitar los peores efectos del cambio climático. Y, en general, se considera justo y equitativo que los países desarrollados lleguen al pico de emisiones antes de 2020 y que los países en vías de desarrollo lo alcancen un tiempo después. La limitación de calentamiento a 2 ºC también depende de las acciones de otros emisores más importantes, pero el hecho de que México haya dado el paso de identificar un año pico es alentador.
• Incluye el carbono negro. El carbono negro es un contaminante climático de corta duración. La reducción del carbono negro ofrece una variedad de beneficios para el clima y la salud humana.
• Incluye adaptación. El componente de adaptación cambia la estrategia de adaptación nacional de una de respuesta ante desastres a una de prevención. Atiende a inquietudes de género y derechos humanos y también reconoce la importancia de la cooperación con el sector privado y los actores financieros como los mercados de seguros.
¿Qué nivel de transparencia tiene el compromiso de México?
La transparencia en la INDC es imperativa para comprender cómo los compromisos afectan las emisiones globales, para promover la confianza y la responsabilidad entre los países y para llevar un seguimiento del progreso. En conformidad con el Llamado de Lima para la Acción Climática, la iniciativa Libro Abierto de WRI ofrece un conjunto de indicadores para evaluar la transparencia de la INDC. Según este marco, México ha tenido éxito mediante las siguientes acciones:
• Cuantificar su escenario inicial para reducir emisiones. Esta información nos permite concluir que si México alcanza su meta, sus emisiones en 2030 serán de 614 megatones (Mt) de gases de efecto invernadero sin apoyo internacional, o de 504 Mt con apoyo.
• Traducir el objetivo a un año pico y a una reducción de la intensidad de los GEI. Si bien el compromiso principal de México es relativo a una trayectoria habitual, incluir información sobre el año pico y la intensidad de los GEI mejora el entendimiento de cómo se alcanzará la meta y cómo esta se compara con los objetivos de otros países.
• Aclarar lo que se puede lograr con y sin apoyo internacional. Esto fomenta la responsabilidad: garantiza que México cumpla con su compromiso unilateral y que la comunidad internacional ofrezca su apoyo.
• Separar la meta de reducción de los GEI de la meta de carbono negro. Debido a la enorme incertidumbre y a la variación regional en torno al potencial de calentamiento global del carbono negro, los investigadores han cuestionado si es adecuado usar una sola escala de medición para llevar un registro de las reducciones de gases de efecto invernadero y de carbono negro. Resulta útil que México haya separado sus metas; sin embargo, el objetivo del 25 % agregado, que también ha informado, debe interpretarse con cautela.
• Brindar información sobre por qué su contribución es justa y ambiciosa. México ofrece información sobre sus emisiones per cápita (5.9 toneladas) para justificar por qué su plan es justo en comparación con el de otros países, aunque no compare esas emisiones con el promedio global. México también afirma que su plan es ambicioso porque generará sinergias entre las actividades de mitigación y adaptación.
¿Qué puede mejorarse?
A pesar de estas fortalezas, México también podría mejorar su transparencia mediante las siguientes acciones:
• Aclarar mejor el escenario inicial. En el pasado, México cambió el escenario inicial en relación con su compromiso para 2020, lo que contribuye a la incertidumbre acerca de las emisiones futuras y hace que sea difícil hacer un seguimiento del progreso. México debería aclarar si el escenario inicial relacionado con su meta de 2030 podrá cambiar y, si así es, bajo qué circunstancias. Además, México debería aclarar el método de proyección y los supuestos clave utilizados para desarrollar el escenario inicial.
• Aclarar el nivel en el cual las emisiones llegarán a su pico máximo. La temperatura global depende, en última instancia, de la acumulación de emisiones. Si bien felicitamos a México por especificar su año pico, aclarar el nivel en el cual espera que sus emisiones lleguen a su pico máximo ofrecería mayor claridad sobre la acumulación de emisiones de México durante los próximos 15 años.
• Detallar qué apoyo será necesario para lograr la meta condicional. Como país en vías de desarrollo, es razonable que México espere un grado de apoyo internacional para lograr las reducciones de emisiones más pronunciadas posibles. Sin embargo, la falta de más información acerca de cuánto apoyo y de qué tipo será necesario hará que sea imposible predecir si México podrá cumplir con sus metas de adaptación y mitigación condicionales. A su vez, los países desarrollados deberán responder a esas necesidades financieras.
• Explicar la relación de la INDC con el compromiso para 2020. En las cumbres climáticas anteriores de Copenhague y Cancún, México se comprometió a reducir sus emisiones en un 30 % en relación con sus emisiones habituales para 2020. No queda claro cómo esto se compara con su nuevo compromiso del 22 % en relación con sus emisiones habituales para 2030. México debería aclarar el escenario inicial en su meta para 2020.
México ya tiene el título del primer país en vías de desarrollo en presentar su INDC. Si fortalece su transparencia antes de la cumbre climática de París, realmente puede asegurarse el papel de líder en cuestiones climáticas.
Este artículo, fue originalmente publicado en la página del World Resources Institute .